- Es que nadie me enseñó cómo empezar una relación a los 40…Eso tendrían que enseñar en el colegio, ¡no los vientos de la Patagonia!
- Lo que pasa es que vos también… Aparece el tipo éste y empezás a temblar, a vomitar, a cagarte encima…Parece el virus del ébola el flaco éste! Encima largás todo lo nuestro…
- ¿Pero qué es todo lo nuestro?
- La casa, los chicos, todo…
- Pero ves, ¡ahí está! Yo estaba aterrorizada que cuando te enteraras no ibas a soportar que otro me toque, que me ibas a matar, que lo ibas a matar a él, que iba a correr sangre, ¡qué sé yo lo que soñaba! Algo más… Pero no, no me mataste, no corrió sangre, ni siquiera me seguiste, no hiciste nada
- ¿Y qué querías que haga?
- La casa, los chicos… Los chicos se van a ir. Darío ya se va. ¿Le dijiste algo?
- ¿Qué querés que le diga?
- ¿Pero vos qué querés decirle? ¿Vos qué querés hacer? ¿Qué querés vos, Román? ¿Te das cuenta? Cada vez queremos menos, y por eso, cada vez tenemos menos, y queremos menos, tenemos menos, queremos menos, tenemos menos, hasta que no queramos ni tengamos más nada.
Román y su mujer,
Luna de avellaneda
Hace 12 años.
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