Al teléfono:
- Hola señorita,… sí… por favor, necesito hablar con mi abogado….
Graciela Fernández
Sí, Fernández, todavía soy Fernández, hasta que el abogado se ponga las pilas…
¿Cómo qué abogado? Mi abogado, o sea su jefe…
¿Quién no me conoce? Ay dígale…, dígale que me atienda, que no sea sorete como mi ex marido
No, yo no le falté el respeto señorita.
No, yo no le dije soreta a usted… No, yo no le dije soreta a usted.
No, a su jefe tampoco… ¡A mi ex marido!
Yo no le falté el respeto pelotuda
(…)
¡Con el doctor Pelegrini señorita!
Ah… Bueno disculpáme… No, mi amor, sabés, la situación… hay mucha caca junta
(la otra persona le corta)
Equivocado. Te das cuenta, yo siempre lo dije, para mí en esto de las privatizaciones hubo curro.
Graciela,
Luna de Avellaneda
Hace 12 años.
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