19 de junio de 2012

Hace siete años mi novia viajó a ver a sus padres a Nueva Jersey, Estados Unidos. Se suponía que era por 20 días, un mes. A pesar de lo mucho que le dolió, me llamó, cobro revertido, para avisarme que ya no volvería, que ese era su lugar y que se había dado cuenta que era muy americana. Una genia. Coincidentemente, se sintió muy americana cuando Argentina devaluó. La verdad es que acá tenía pocas cosas que la ataran, solo su perra y yo. A ella también eligió dejarla, pero con las mejores intenciones. Dijo: "va a sufrir mucho el cambio, le va a costar adaptarse a otro idioma..."

- Sabés que me pone nervioso los aviones. Me sentiría más tranquilo si llevas la piedra que uso yo cada vez que viajo.
- Viajaste una sola vez en tu vida.
- Bueno, sirvió. Es mi cábala. Es por mí.
- Bueno.

En un mismo instante perdí a la mujer que amaba y la capacidad de volar.


Martín y su ex.
Medianeras.

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